En los meses previos a dejar el trabajo por cuenta ajena, hace ya un año y medio, tuve que re-pensar mi forma de gestionar las finanzas personales. Tenía que replantearlo todo para que mi situación fuese sostenible el tiempo que fuera necesario, hasta que el nuevo negocio empezara a ser rentable.
Ahí fue cuando, ayudándome de varios libros sobre finanzas personales, empecé a realizar lo que bauticé como «Inspección Técnica de Pasivos» o ITP.
Hoy te contaré qué es y cómo funciona. Creo que es un ejercicio que, en mayor o menor medida, todos podríamos hacer de vez en cuando.
¿Qué es la Inspección Técnica de Pasivos?
Al ser un concepto que yo mismo inventé, me siento con total libertad de inventar también la definición:
- La Inspección Técnica de Pasivos es un ejercicio de evaluación de todas las partidas que suponen un gasto en el presupuesto personal de una persona o de un núcleo familiar con el fin de encontrar aquellas que no aportan valor y pueden ser eliminadas o sustituidas.
Consiste en detectar las principales partidas de gastos y ponerles el foco, con el único objetivo de encontrar ineficiencias en el presupuesto y encontrar maneras de aumentar el nivel de ahorro.
¿A qué viene la Inspección Técnica de Pasivos?
No sé si a ti te pasará igual, pero yo me di cuenta de que era dado a coleccionar micro-pasivos. Pequeños gastos y pequeñas suscripciones que por sí solas no suponían nada, pero que puestas una al lado de la otra generaban un gasto mensual bastante considerable.
Por ejemplo: Netflix, Spotify, Comer o cenar fuera de casa, pequeños gastos, etc.
Lógicamente, no todo se compra el mismo día, sino que son pequeños gastos que se van acumulando y coleccionando. Eso hacía que estuviera pagando cantidades bastante grandes a final de año, y muchas veces de cosas que no necesitaba y/o no usaba.
Ineficiencia total.
¿Cómo se hace la Inspección Técnica de Pasivos?
Este ejercicio consiste en sentarse y apuntar en una libreta todos los gastos que forman parte del presupuesto (suscripciones, gasolina, comida, ocio, gimnasio, etc.)
Una vez se tienen claros esos gastos, hay que entrar a valorarlos uno por uno. Del primero al último. Dedicándole un rato a cada uno para averiguar si realmente es importante o si hay alguna manera de sustituirlo por una opción más económica.
En cada pasivo o partida de gastos hay que hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Cuándo fue la última vez que usé o disfruté el producto o servicio asociado?
- ¿Qué me aporta este gasto?
- ¿Sigue teniendo sentido pagarlo o puedo vivir sin él?
- ¿Hay alguna forma de conseguir lo mismo pagando menos?
Contestando a estas preguntas podemos reflexionar, gasto por gasto, si ese pasivo merece seguir teniendo un sitio en nuestro presupuesto personal o si debe ser desterrado.
Cada vez que las respuestas a estas preguntas dan a entender que, claramente, esa partida podría desaparecer, no hay ni que pensárselo. Directamente se debe tramitar la baja. Aunque se pierdan 10 días de la suscripción. Sería mucho peor dejarlo y olvidarse hasta el día en que se volviera a hacer el ejercicio al cabo de medio año.
Beneficios de la ITP
Muchas veces seguimos pagando cosas por inercia. Porque lo hicimos en un momento dado y, por pereza o, incluso, nostalgia, mantenemos ese gasto que va erosionando nuestra cuenta bancaria.
Véase, por ejemplo, la suscripción a esas cajas sorpresa que nunca llevan nada que te interese. O la suscripción a esa tienda de vinos tan molona que cada mes te manda dos botellas y un kit para hacer la cata y el maridaje.
Mi opinión es que, si no se hace este ejercicio regularmente, somos dados a ir acumulando pasivos y seguimos pagando por cosas que no disfrutamos, quitando el dinero disponible para otras cosas que seguramente nos harían más felices.
Al final, el único beneficio que se busca con este ejercicio es el de poder vivir mejor con el mismo dinero, sin necesidad de trabajar más. Pudiendo dedicar el dinero que tenemos a lo que realmente nos aporta valor.
Lo que yo eliminé en mi primera Inspección Técnica de Pasivos
La primera vez que hice una Inspección Técnica de Pasivos fue en mayo de 2019.
En ese entonces trabajaba para una empresa y tenía una buena nómina, pero en mis planes ya estaba irme y buscarme la vida por cuenta propia, así que debía eliminar gastos antes de lanzarme.
El nivel de vida que llevaba en ese entonces me daba para vivir al mismo ritmo durante 4 o 5 meses así que, no way, era imposible que en ese poco tiempo hubiera encontrado una fuente de ingresos equivalente.
Ahí fue cuando hice este ejercicio y esto es lo que cambié:
- El coche: me di cuenta de que el coche estaba más tiempo parado que en funcionamiento. Tampoco lo necesitaba mucho ya que siempre que podía iba en moto. Así que decidí venderlo. Lo cual, además, sería un ingreso extra que me ayudaría afrontar mejor esa situación.
- Pasivos asociados al coche: gracias a vender el coche pude deshacerme de 3 partidas bastante importantes en mi presupuesto: el parking, que me costaba 120€ cada mes, el seguro, que me costaba unos 400€ al año, y el mantenimiento del coche, que me estaba costando alrededor de 500€ al año.
- Comer en el restaurante del trabajo: me di cuenta del dinero que se me iba cada mes con la comida en el restaurante del trabajo, cosa que no me importaba nada sustituir por tuppers hechos en casa que me permitiría, incluso, comer mejor.
- Establecer una regla para comprar caprichos: analicé la cantidad anual que me gastaba en caprichos y cuántos de ellos me había valido la pena comprar. Con eso decidí bajar el presupuesto asignado a esta partida y establecer la siguiente regla: para comprar un capricho tiene que haber pasado, como mínimo, una semana desde que de repente siento la necesidad de tenerlo hasta que efectúo la compra.
Parecen tonterías pero gracias a esto conseguí reducir bastante mis gastos y poder ahorrar un poco más, justo cuando más lo necesitaba.
Además, con el tiempo me di cuenta de que las cosas que había decidido cambiar tuvieron cero impacto. Solamente un poco el coche, pero ahora cuando preveo que voy a necesitar uno lo alquilo, que sale bastante más barato que tenerlo siempre aparcado en el garaje.
Acerca de Francesc
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